Dios guía mi vida

Dios siempre está con nosotros

La naturaleza de Dios es el amor y Él no puede negar su naturaleza, por tanto Dios siempre está a nuestro lado para amarnos y darnos lo mejor, pero: ¿Por qué no podemos disfrutar de todas las gracias y regalos de Dios es nuestra vida?

Empecemos por recordar y a partir de ello valorar, todo lo que nos ha dado Dios, primeramente el don de la vida, por ejemplo puedo leer este mensaje, puedo caminar, puedo hablar; tengo un techo que me cobija, que me protege del frío, lluvia y del viento; tengo gente que me aprecia y me ama, mis padres, mis hijos, mis hermanos, mis amigos;  tengo un pan que comer, tengo dinero para comprar las cosas que necesito; puedo disfrutar de un helado, de un atardecer, de una bonita película, de una sonrisa, de ver jugar un animalito; puedo conversar con la gente que me rodea; puedo coleccionar algunos hobbies, puedo escuchar mis canciones favoritas. Y dentro de todo esto y muchas cosas más seguro hay momentos especiales que marcaron mi vida, como algún recuerdo de mi niñez, cuando papá o mamá me dieron tal cosa, algún viaje, cuando aprobé algún examen en especial, ingrese a la universidad o instituto, tuve mi primer trabajo, cuando compré mi casa o mi carro, cuando me case, cuando nació mi hijo (s), cuando nació mi nieto,…. En fin hay muchas ocasiones que reflexionando, puedo darme cuenta que Dios estuvo a mi lado, que fue por su Gracia que conseguí y pude disfrutar de estas cosas.

Seguramente también trayendo recuerdos a mi mente, puedo mencionar que hubo momentos de dificultad, que tal vez no entendí por sucedieron así las cosas, pero pasado el tiempo puedo darme cuenta que estos acontecimientos me hicieron madurar, me hicieron aprender algo, que de otro modo no lo hubiera podido hacer. De igual manera puedo entender que Dios no fuerza las cosas, que todas las decisiones que tomamos, todas están dentro de mi libre albedrío y si sucedieron algunas cosas negativas, tal vez fueron por mis decisiones equivocas.

Ahora puedo valorar y entender las cosas, también puedo entender que la vida no es cuestión de caprichos, ni de libertinajes, tampoco de represiones sin sentido o frustraciones, y lo que Dios nos pide sólo es para nuestro bien; por lo tanto la vida tiene un sentido y nosotros vivimos con un fin. No estamos por casualidad en este mundo, tenemos una misión que cumplir y sobretodo tenemos que hacer mucho bien. Nuestra vida sólo se base en las cosas que conseguimos, ni menos en lo que recibimos, nuestra vida se basa en lo que damos, en cuánto amor di y doy a los demás, comenzando por mis seres queridos, si soy servicial, si ayudo a los demás y sobre todo a los que más necesitan, si no soy indiferente, si digo la verdad o miento, si vivo buscando mi propio interés o el de los demás, si predico con mi ejemplo y con mis labios, lo que Dios hizo en mí, si doy una palabra de aliento a los demás. Tenemos que analizar nuestro comportamiento para poder encaminar mejor nuestra propia vida y la de los demás. De esta manera podré tomar mejores decisiones y sobretodo, podré decir que “todo está bien hecho”, podré sentirme reconciliado con Dios y con mi propia vida, podré sentirme amado por Dios, y podré dormir y despertarme en paz, pues Dios va conmigo y yo permito que guíe mi caminar.

Gracias Jesús, porque eres bueno, porque guías y proteges mi vida, y quieres lo mejor para mí y los míos. Gracias Señor.

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